viernes, 20 de diciembre de 2013

Capítulo 27

Mi Seductor Amigo
Capítulo 27

Victoria se dijo a si misma que no debía animarse demasiado por sus palabras, pero le costó seguir ese consejo en vista de su actitud tierna y atenta de aquella noche.  Y fue aún más difícil los días y las noches que siguieron...  Cada mañana Marcos se levantaba y le llevaba a la cama un vaso con zumo y una taza de café descafeinado, y el hecho de que en cuanto lo complacía bebiéndose ambos líquidos, él a su vez la complacía ayudándola a ducharse, hizo que Victoria llegara a la conclusión de que dejar la cafeína era más estimulante que consumirla.

Si en la Empresa Pintos Corporation había notado la costumbre que había adquirido Marcos de aparecer varias veces por la oficina de Victoria, nadie lo comentó.  Daniel dio por hecho que habían aceptado su sugerencia de que Marcos debía quedarse en casa de Victoria como precaución ante la inminente llegada de los Prol.
Victoria sabía que su vida era tan perfecta como jamás podría llegar a serlo.  Siempre había sabido que Marcos no estaba a favor de un compromiso a largo plazo, y en esos días había descubierto que ella nunca se podría casar con otro hombre que no sea Marcos.  Aunque no deseaba atrapar a Marcos en el matrimonio ni robarle su libertad, pero la idea de tener a su hijo la llenaba de un gozo sin igual.
Faltaban tres días para su período.  Siempre había sido tan puntual que casi podía predecir la hora a la que llegaría...  pero, ¿y si no lo hacía...? Si se ajustaba a las fechas, debería haber estado relativamente a salvo la noche en que un solitario preservativo se había salido.  Y la vez que lo hicieron sin protección ella no estaba en su periodo fértil, aunque todo era posible y eso la llenaba de esperanza.
D: ¿En qué piensas, Victoria?
V: ¡Oh! Daniel...  hola (movió las carpetas que tenía sobre la mesa con el propósito de parecer algo eficiente).  ¿En qué puedo ayudarte?
D: He venido para hacerte saber que Brian Carrillo ha regresado.
V: Oh, cierto... (Apenas exhibió un ligero interés).  Estaba de luna de miel.
D: Bueno, eso también, pero...  digamos que ha realizado una investigación secreta para mí en Illusion Island  (“¿Daniel sabía que Brian había estado allí?”, pensó Victoria).  Como es nuestro arquitecto jefe, quería que echara un vistazo en el sitio en cuestión, para que pudiéramos adelantar los cambios que vamos a llevar a cabo.  Y ya que iba a faltar al trabajo por su luna de miel, decidí matar dos pájaros de un tiro; para él fue estupendo, porque la luna de miel le salió gratis.
V: Y, eh...  ¿Marcos sabía que Brian iba a estar en el hotel?
D: No.  Sin embargo, le advertí a Carrillo de que no se mostrara sorprendido si veía a Marcos, aunque sí que lo evitara a toda costa...
“Fantástico, ellos que estuvieron tratando de esquivar a Carrillo.  ¡Y quien los había estado esquivando era él!”, pensó Victoria.
D: No podía correr el riesgo de que el viejo Prol se enterara de que Carrillo era un empleado de Pintos y, así, adivinar lo interesado que estaba en el negocio (continuó Daniel, riendo).  Ha sido un inteligente caso de espionaje industrial.  Bueno, en cualquier caso, quiero que en los próximos días vayas a cotejar información con Carrillo.  Como Jefa del Departamento de Promociones, y al conocer la isla en persona, deseo que me digas lo que debemos ofrecerle a nuestros huéspedes para mantenernos por delante de la competencia.
V: Desde luego.  Daniel, tengo curiosidad...  Tú siempre has estado en contra de las relaciones en la oficina.  ¿Cómo es que no has trasladado a Karen Soto ahora que Brian y ella se han casado?
D: Porque me da la impresión de que son el tipo de personas que no permiten que su relación personal impida su trabajo.  Los dos son lo bastante ambiciosos como para no perder el tiempo besándose en los pasillos o hacer el amor en su despacho durante la hora para almorzar (repuso con franqueza).  Siempre me he enorgullecido de ser un hombre justo, Victoria, si la gente tiene la ambición para mantener separadas sus vidas profesional y privada durante las horas de trabajo, entonces a mí no me molesta que tenga una relación personal en su tiempo libre.  La eficiencia se resiente cuando las emociones personales invaden la oficina y las prioridades de trabajo se alteran.
Marcos rió cuando Victoria se lo contó mientras comían juntos en la oficina de ella.
V: ¿Por qué no le mencionaste a Daniel que vimos a Brian en un hotel rival? (preguntó Victoria mientras bebía el batido de chocolate que le había llevado Marcos, aduciendo que debía tomar más leche).
M: Pensaba encarar personalmente a Carrillo.  Bueno, ¿dijo Daniel si había tenido noticias de Prol?
V: No, gracias al cielo (suspiró).  ¿Sabes? Una cosa era llevar la farsa de nuestro matrimonio en un momento de crisis en la relativa seguridad de Illusion Island, pero me siento rara manteniéndola en el mundo real.
M: Te sentías cómoda cuando sólo se trataba de ti y de mí, pero todo parece fuera de control cuando se involucran otras personas...  incluso Daniel.
V: En especial Daniel (aseguró ella).  Sé que la confesión sería buena para mi alma, pero también sé que revelarlo ahora no sólo estropearía la compra de la isla, sino que tiraría abajo el nombre de Pintos Corporation.  De cualquiera de las dos maneras, le haríamos daño a Daniel.
M: Lo superaremos, Victoria (prometió).  Marcos pasó sus dedos por el pelo rubio platino de Victoria y añadió).  Puede que no represente un gran consuelo para ti, pero estar casados ahora me parece menos falso que en la isla.
La acercó todo lo que pudo, en posición vertical y plenamente vestidos, la besó en un intento por asimilar toda la magia que ella podía transmitirle.  Loco por tocar su piel, metió su mano por debajo de la parte de atrás de su blusa, la gratificación instantánea que recibió de su ardiente suave piel fue breve, porque con la lengua ansiosa y dientes juguetones ella respondió a su desesperación con una pasión que hizo más intensa esa gratificación.  Necesitó hasta el último vestigio de auto disciplina para separarse de ella.
M: Cariño... (Ambos tenían la respiración entrecortada), si no me voy de aquí ahora, seguro que quebrantaré la política de la empresa y te tomaré en el escritorio.
V: Si no te vas de aquí ahora, lo más probable es que te tome antes de llegar a la mesa.
M: Me voy, me voy (gimió).  Aunque sólo Dios sabe cómo conseguiré concentrar en algo el resto de la tarde...
Dos días después…

Continuará…

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